RANMA 1/2 #7

Edición original: Ranma Nibunnoichi Vol. 13 y 14
Guión: Rumiko Takahashi
Dibujo: Rumiko Takahashi
Formato: Rústica con sobrecubiertas, 368 págs. en B/N.

Ranma detiene por enésima vez a Happosai cuando realizaba una de sus fechorías (robar ropa interior de chicas jóvenes). Como venganza, el pequeño anciano le aplica un sello a nuestro protagonista por el que pierde de inmediato toda su fuerza. La única manera de solucionarlo es siguiendo las indicaciones de un manuscrito, que desgraciadamente se encuentra en manos de Happosai.
 

En sus circunstancias, Ranma no puede vencer al maestro, así que necesita hacer algo fuera de la común. La anciana Cologne le informa de la existencia de una técnica que le podría ayudar, con un duro entrenamiento, ayudado por Akane, Genma, Ukyo y Ryoga, consigue aprenderla. Utilizando el puñetazo del dragón volador, que así se llama la técnica, consigue vencer a Happosai y volver a ser como antes.
 

Después vemos como Ranma tiene que enfrentarse a un gato gigante enamorado de Shampoo, con las dificultades de tener “gatofobia”. Además intenta ayudar a Akane para que aprenda a nadar, aunque sin mucho éxito. Por último tiene que sacar a su padre de una mansión adinerada, había acabado allí como mascota (panda) del niño de la casa y vivía realmente bien.
 

Más tarde aparecerá Ryoga con un sello en el estómago que le permite ser el más fuerte del mundo, pero que estéticamente es ridículo. El problema es que sólo desaparecerá si alguien le vence, después de algún problema que otro, Ranma lo consigue, estando a punto Akane de enterarse de la dualidad Ryoga/P-chan.

OPINIÓN

En este tomo, la primera historia con la que nos encontramos es más larga de lo que viene siendo habitual y eso lo agradezco. Como ya dije en la reseña del tomo seis, tenía ganas de leer arcos argumentales más amplios, ya que, normalmente, eso se traduce en arcos más trabajados y por ende más interesantes. En este caso, es así. Tenemos una historia un poco más profunda que nos muestra la desesperación de Ranma sin su fuerza y su afán de superación. Todo ello, por supuesto, sin perder el toque de humor marca de la casa.

En cuanto a los demás capítulos, nos encontramos con los enredos de siempre, que como el humor, también son marca de la casa.

Sumando a todo ello el simple pero efectivo dibujo de Takahashi, tenemos un tomo que mantiene sin problemas la buena línea de la colección.