Edición original: Batman and Robin 1-4
Guión: Peter Tomasi
Dibujo: Patrick Gleason
Formato: Rústica, 96 págs. 4 a color
Edición original: Batman and Robin 5-8
Guión: Peter Tomasi
Dibujo: Patrick Gleason
Formato: Rústica, 96 págs. 4 a color
Bruce
Wayne vuelve a encarnar a Batman, y en este caso tendrá que formar pareja con
su propio hijo, Damian Wayne, que ya venía siendo Robin junto a Dick Grayson.
El
problema es que padre e hijo no se llevan muy bien, no confían el uno en el
otro y Bruce ve serios problemas en el comportamiento impulsivo y asesino de
Damian derivado de su entrenamiento durante años como miembro de la Liga de Asesinos.
En este
contexto aparece “Nadie” (Morgan Ducard), antiguo compañero de entrenamiento de
Bruce cuando éste era discípulo de Henri Ducard. Morgan
no está de acuerdo con la forma de actuar que tiene Batman, no comulga con la creación
de la marca BATMAN INC., ni tampoco con su regla de no matar a sus enemigos.
Al
apreciar los conflictos entre padre e hijo, Morgan aprovecha la situación para
ganarse a Robin (no sin un poco de chantaje) convenciéndole para que se una a
él y a su manera de actuar frente al crimen.
Batman,
pensando que ha perdido definitivamente a su hijo, comienza una búsqueda
desesperada por toda la ciudad, hasta que es el propio Damian el que da señales
de vida justo en el momento en el que le confiesa a Morgan que todo era una
trampa para atraparle (aunque Batman no sabía nada).
Finalmente, juntos de nuevo, Batman y Robin consiguen acabar con “Nadie”, aunque no de la manera deseada por Batman.
OPINIÓN
Finalmente, juntos de nuevo, Batman y Robin consiguen acabar con “Nadie”, aunque no de la manera deseada por Batman.
OPINIÓN
Me ha
parecido interesante la manera que tienen los autores de mostrarnos la relación
entre Bruce y su hijo, éste controlando sus ansias de matar y Bruce en tensión constante
esperando que Damian no "la arme”, se deja muy patente la falta de confianza ya
mencionada, la cual quiebra el equilibrio de la pareja “súperheroica”.
El
villano, sin duda, es el adecuado, pues tiene los mismos ideales que Damian,
dándole a éste la posibilidad de elegir con quien quedarse y mostrándose así el desarrollo de Robin como personaje.
La
historia está bien contada, raya a un gran nivel, no
aburriendo en absoluto al lector, e incluso aportando momentos verdaderamente
buenos.
Se
cierra así este arco argumental, ahora a esperar el cruce con el Tribunal de
los Búhos.
Perdóname
padre, porque he pecado
Damian
Wayne.-
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